En la entrevista con Mónica Monedo, especialista en cuidados al final de la vida, nos acercamos a una realidad tan íntima como necesaria: la posibilidad de morir en casa. Lejos de convertirse en un ideal irreal, esta opción ofrece un camino para acompañar con calma, humanidad y preparación.
A través de una mirada honesta y clara, nos acercamos a tres elementos clave que hacen posible morir en casa con serenidad y acompañamiento:
Reconocer que morir en casa es un camino posible, pero no automático. Requiere preparación, comunicación y apoyos para que la experiencia pueda desarrollarse con calma y seguridad.
Aceptar la impermanencia, recordando que la vida y la muerte forman parte de un mismo camino, ayudándonos a soltar y a acompañar sin intentar retener.
Cuidar al cuidador, para que pueda acompañar desde la serenidad y la calma, evitando el agotamiento físico y emocional, y garantizando que tanto la persona que se va como la que queda reciban la atención que merecen.
Durante la entrevista, la doctora Monedo nos recordó que esta preparación no es un privilegio, sino un derecho humano al que todos deberíamos poder acceder. No es tarea fácil, pero abre un camino para que morir en casa pueda convertirse en una experiencia humana, íntima y acompañada.
Una charla para mirar de frente la vida y la muerte… para acompañar y acompañarnos mejor.
